El derecho a votar, y a que su voto sea contado de manera precisa y justa, es un derecho fundamental de todos los ciudadanos estadounidenses, y que sustenta el resto de nuestras libertades civiles.
Sin embargo, las barreras al voto existen en todas partes de nuestra sociedad y afectan a nuestras comunidades más marginadas a un ritmo desproporcionado. Todo, desde la insuficiente educación de los votantes sobre la elegibilidad y el registro, hasta los problemas de accesibilidad para los votantes con discapacidades y los que no hablan inglés, da como resultado una sociedad menos equitativa y representativa para todos nosotros.
En la ACLU de Delaware creemos que todos los que deseen votar deberían poder hacerlo. Es por eso que rechazamos los ataques al derecho al voto y abogamos por reformas y tecnologías mejoradas (como nuevas máquinas de votación, votación anticipada, registro de votantes el mismo día y voto ausente sin excusa) para mejorar el acceso a las casillas.
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*Datos de la Liga Cívica Nacional
